Montar un negocio, independientemente del sector, es una decisión importante, ya que conlleva mucho esfuerzo y sacrificio. Todo comienzo debe ir acompañado de un plan estratégico.
Es vital prepararse y contar con los recursos necesarios antes de lanzarse al mundo empresarial.
¿Quieres conocer cómo se desarrolla un plan estratégico para una empresa? En el siguiente artículo te lo contamos, ¡sigue leyendo!
¿Qué es un plan estratégico?
El plan estratégico es un documento integrado en el plan general del negocio que recoge la planificación económico-financiera, estratégica y organizativa de una organización para alcanzar sus objetivos y su misión de futuro.
El plan estratégico señala las bases para el funcionamiento de la empresa y la consecución de las metas. Es decir, marca el camino a seguir y las acciones a realizar para conseguir los objetivos previamente marcados.
Además, te permitirá coordinar todas las tareas y acciones diarias a ejercer por tu equipo.

¿Cómo desarrollar un plan estratégico?
Planificar un plan estratégico es una tarea sencilla que se realiza siguiendo una serie de pasos:
1. Definir el propósito de la empresa
Antes de nada, lo primero que debes hacer es conocer cuáles son los pilares de tu negocio, es decir, cuáles son sus principios y hacia dónde quieres ir. Para ello, debes definir:
- Misión: Es el motivo por el que existe esa empresa, es decir, su razón de ser.
- Visión: Describe el objetivo que la compañía desea lograr o alcanzar en el futuro. La visión tiene que ser alcanzable y objetiva.
- Valores: Principios éticos y profesionales sobre los cuales basamos todas las actividades dentro de la sociedad.
2. Análisis de la situación actual
Consiste en conocer en qué situación se encuentra nuestra empresa y cómo se relaciona con el entorno. Para ello, se puede utilizar el análisis DAFO para medir los factores internos y externos que le puedan afectar.
Factores internos: Todos los aspectos que están dentro del negocio y bajo su control.
- Fortalezas: Son todos los aspectos positivos de tu compañía, aquellos que te ayudan a destacar entre la competencia, es decir, tus ventajas competitivas.
- Debilidades: Aspectos que tu negocio debe mejorar.
Factores externos: Son aquellos agentes que pueden generar un impacto positivo o negativo en la gestión empresarial y sobre los cuales la organización no tiene ningún tipo de control.
- Oportunidades: Situaciones del entorno que la empresa no puede controlar, pero la benefician de manera directa o indirecta.
- Amenazas: Aquellos aspectos externos a la compañía que pueden llegar a perjudicarla.
¡Es hora de ponerte manos a la obra e implementar un sistema de planificación del rendimiento en tu negocio para tomar decisiones basadas en tus recursos disponibles!
3. Establecer objetivos y las estrategias a seguir
Una vez realizado el análisis DAFO es hora de definir los objetivos que la empresa quiere alcanzar. Estos deben tener las siguientes características:
- Específico (S): Concretar qué deseas conseguir.
- Medible (M): Deja indicado cómo puedes medir su seguimiento.
- Alcanzable (A): Debe ser un objetivo real.
- Relevante (R): No pierdas el foco y diseña metas orientadas a resultados.
- Temporal (T): Ponle un tiempo límite para conseguirlo.
En cuanto a las estrategias a seguir podemos diferenciar cuatro:
- Estrategia ofensiva o de crecimiento. Aprovecha las fortalezas y oportunidades.
- Estrategia de supervivencia o retirada. Mejora las debilidades y evita las amenazas.
- Estrategia de reorientación o refuerzo. Aprovecha las oportunidades y mejora las debilidades.
- Estrategia defensiva. Se protege de las amenazas.
4. Calcula el presupuesto
Es imprescindible hacer una estimación de los recursos que se van a destinar para llevar a cabo el plan estratégico y del coste que va a suponer para poder determinar la viabilidad del proyecto.
5. Lanzamiento y control
Es necesario implantar un plan de acción que dé lugar a su ejecución. Para ello, es necesario dividir las estrategias en tres plazos (corto, medio y largo plazo) y asignar las tareas a cada responsable.
Una vez realizado esto es hora de implantar el plan estratégico en tu empresa y hacer un seguimiento para comprobar su correcto funcionamiento.

Ventajas de contar con un plan estratégico
Ya hemos visto qué es y cómo implantar un plan estratégico, pero ¿cuáles son las ventajas de todo esto?
La implementación de un plan estratégico posee numerosas ventajas:
- Reduce la incertidumbre y minimiza los riesgos: Una buena planificación permite reducir la incertidumbre y los riesgos existentes al analizar la situación actual, los posibles sucesos futuros, al proponer objetivos y trazar cursos de acción.
- Aumento del compromiso y motivación: Es importante que los miembros se sientan identificados con la organización.
- Sirve para todo tipo de negocios: Sirve como base para funciones administrativas (organización, coordinación y control), para organizar recursos, coordinar tareas o actividades y para controlar y evaluar resultados de cualquier sector.
- Es factible: Antes de ser ejecutado, verifica su viabilidad y no propongas metas o estrategias que estén fuera del alcance de las posibilidades de la empresa.
- Es flexible: permite cambios o modificaciones para adaptarse al entorno de la organización.
- Continuo: Es un proceso ininterrumpido, ya que una vez cumplido los objetivos, los directivos deben sugerir nuevas metas a conseguir.
Te hemos ayudado a saber cómo desarrollar un plan estratégico, ahora te toca a ti pasar de la teoría a la práctica y ponerlo en marcha. Cualquier pregunta, no dudes en contactar con nosotros.
Si te ha resultado interesante este artículo y te gustaría aprender más sobre gestión empresarial, no dudes en consultar en nuestro Blog.
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